El doctor Mocufartus suspiró, ahora la cosa se veía color caca, sin embargo, algo había que hacer.
Tomó su lonchera, la llenó de sandwiches, corrió hacia la cafetera y llenó su jarra mientras el Gusano Asesino lo observaba contento.
- Bien, Gusanucho, entonces vámonos! - replicó el Doctor con la mirada perdida en la pobre manzana.
- Vámonos entonces, tío, es preciso llegar lo antes posible.
- Tengo que desahogarme un momento, pero lo tendré todo listo! Tengo mi nave desde hace 70 años guardada y es tiempo de usarla... Espero que funcione.
Mocufartus no dejaba de golpear su frente, reír y llorar, todo al mismo tiempo, aclarando su garganta y deslizándose por toda la habitación preparando sus libros y demás artículos requeridos para tal viaje, mientras Gusano Asesino tomaba gustoso mucho café.
Al bajar al sótano para preparar el vehículo, cientos de cucarachas gritaron y se escondieron por todos lados
- Váyanse al diablo, insectos! No me interesan, vengo por mi nave!
Cada una de las cucarachas suspiraron y siguieron su día con calma, mientras el Doctor desempolvaba su máquina voladora con cierta nostalgia. Estaba tan linda como siempre, y parecía funcionar.
Al volver al Gusano, el cual ya estaba todo afectado por tanta cafeína, volvió a suspirar.
- Venga criatura, vamos al caribe... Tenemos que poner manos en acción!
- Eso quería escuchar, Doc! - dijo satisfecho y sonriente el gusanucho.
Tomo todo lo preparado y lo colocó en la nave.
- Sólo hay un asiento, tendrás que ir en mi cabeza... Por desgracia
- No tengo problemas, señor Fartus - dijo el gusano mientras se trepaba de un brinco.
Finalmente, la nave logró despegar al cielo y partieron gustosos hacia el Caribe... Lo demás, lo sabrán después.
Doble like mounstrifacticus!
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